Ascenso rápido para coronar el Castillo de Besora

Esta sencilla y gratificante ruta circular desde Santa María de Besora nos llevó a completar una nueva cima para la lista de los 100 Cimas de la FEEC, combinando el esfuerzo físico con una inmersión profunda en la historia local. La caminata se realizó por la tarde, justo después de una jornada geológica previa en los Bufadors de Beví, ofreciendo un contraste paisajístico y temático ideal para cerrar el día.

El punto álgido de la ruta es, sin duda, la colina donde se asientan las ruinas del Castillo de Besora, una fortificación medieval clave en el Bisaura. Aunque ya se tienen noticias del castro Bisora desde el año 885, el castillo, documentado desde el 895, fue el centro territorial de una extensa área. Desafortunadamente, el edificio fue fortificado durante la Guerra Remensa (siglo XV), pero su destino final fue la demolición en 1839 por las tropas carlistas. Hoy, los restos más visibles e impresionantes pertenecen a la antigua Iglesia de Santa María, donde se puede observar claramente la arquitectura románica, destacando el ábside semicircular con sus características fajas lombardas, vestigios de una estructura documentada desde el 898 y consolidada en 2017.

Más allá de las ruinas, el lugar es un mirador excepcional que nos permitió disfrutar de unas vistas de 360º. Desde aquí se puede abarcar con la mirada una amplia panorámica que incluye las Sierras de Milany, la Serra dels Bufadors, el Bellmunt, el majestuoso Puigsacalm, y los horizontes del Lluçanès y el Berguedà, con los Pirineos como telón de fondo. La sorpresa final del itinerario fue la curiosa colina de La Valona durante el descenso, una formación de roca sedimentaria sin vegetación que crea un contraste visual notable con el verde intenso del bosque circundante, donde también hicimos algunos hallazgos de níscalos. Una tarde perfecta que mezcla naturaleza, historia y un reto logrado.